Discapacitados sufren discriminación y exclusión en sierra de Zongolica

-Sin proyectos para ellos en INPI y SEDAR

Zongolica, Ver.-Pese a que la Ley General para la Inclusión de las Personas con Discapacidad establece que las personas con algún problema físico o mental gozarán de todos los derechos que establece el orden jurídico mexicano, la realidad es que, en la sierra de Zongolica, es “letra muerta”.

En el marco del Día Internacional de Personas con Discapacidad, gente con estos problemas sostienen que son discriminados y excluidos de los proyectos productivos que impulsa el Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI), la Secretaría de Bienestar, Secretaría de Desarrollo Rural (SADER) e Instituto Nacional de Economía Social (Inaes).

Las reglas de operación de esos programas de gobierno, simplemente no incluye a las personas con capacidades diferentes.

“Las medidas contra la discriminación tienen como finalidad prevenir o corregir que una persona con discapacidad sea tratada de una manera directa o indirecta menos favorable que otra que no lo sea, en una situación comparable”, establece el artículo 4 de la citada Ley, no obstante, en la región montañosa, no aplica.

Entrevistado sobre el particular, Celso Nopaltecatl Xalamihua, originario de la comunidad indígena de Tepetlampa, en el municipio de Texhuacan, con deformaciones en sus pies, sostiene, “aunque las autoridades dicen implementar leyes sobre los derechos de los discapacitados, la realidad que vivimos es otra”.

Padre de familia de Estrella, de 10 años, Janneth, 7 años y Citlali  de 3 años, afirma “no tenemos ni Seguro Popular, ni becas de Bienestar”, pese a que sus 2 primeras niñas tienen 9 y 8.5 de promedio escolar, respectivamente, en la escuela Ignacio Zaragoza de Zongolica.

Celso, cuenta su historia, “soy indígena de Texhuacan, proveniente de una familia humilde, de pequeño camine con manos, me arrastre y hasta los 6 años  me pare, empecé a caminar. De esa edad hasta los 18 años trabaje en el campo hincado porque no podía estar parado mucho tiempo”.

“Con mucho esfuerzo estudié la prepa, muchas veces me la pasaba en el Hospital de Río Blanco, donde los maestros me llevaban mis exámenes y las presentaba”, refirió.

Expresó: “muchas de las personas con discapacidad batallamos por la vida pero también luchamos como seres humanos para sacar adelante a nuestra familia”.

Reconoció que hace falta mucho por legislar, pero sobre todo para que lo que ya esté legislado se aplique realmente en todo el país.

Tan sólo cuando las personas con condición de incapacidad van al banco, a la CFE o a las oficinas de TELMEX, tienen que formar cómo cualquier persona normal, es decir, no hay preferencia para ellos.

Por cierto que el día que llegó a Zongolica, el señor presidente Andrés Manuel López Obrador, le hicieron entrega de su tarjeta del Programa Bienestar para Discapacitados, pero hasta la fecha, la mica está invalidada, y por lo tanto, no ha recibido ningún tipo de apoyo.

Aunque una fracción de la Ley General para la Inclusión de las Personas con Discapacidad, dice textualmente, “artículo 4. Las personas con discapacidad gozarán de todos los derechos que establece el orden jurídico mexicano, sin distinción de origen étnico, nacional, género, edad, o un trastorno de talla, condición social, económica o de salud, religión, opiniones, estado civil, preferencias sexuales, embarazo, identidad política, lengua, situación migratoria o cualquier otro motivo u otra característica propia de la condición humana o que atente contra su dignidad”.