CONMEMORA EL DÍA DE HOY 1 DE NOVIEMBRE, LA IGLESIA CATÓLICA, LA SOLEMNIDAD DE “TODOS LOS SANTOS”.

POR: OSCAR PAZ SERRANO.
Orizaba Veracruz.-La solemnidad de todos los santos nos ofrece una liturgia rica en contenido, en simbolismo y en profundidad doctrinal. El libro del Apocalipsis presenta uno de los pasos más consoladores de la Escritura. Se nos habla del tiempo presente como el tiempo del perdón, el tiempo que hay que «imprimir el sello de Dios en la frente de todos sus siervos», el tiempo de la predicación evangélica, de la misión. En un segundo momento el apóstol contempla el cielo, ve una multitud inmensa que «ha lavado sus vestiduras en la sangre del cordero», han pasado por la «gran tribulación». Son los santos que, después de su gesta terrena, adoran eternamente a Dios en el cielo.
«Lo que hoy celebramos es a todos aquellos que son amigos de Dios y que ya no están con nosotros y que Dios ha llamado a su presencia, pero que no están dentro de la lista del canon de los Santos o que el Vaticano o alguien no ha hecho un proceso para que estén dentro del canon de los Santos como: San Rafael Guízar y Valencia o Juan Pablo II y San Felipe Neri y los podemos encontrar en un templo y vemos su imagen, pero todos podemos acordarnos de algunas personas conocidas o familiares que están con Dios (tu mamá, tío, abuela, hermano) porque vivieron el evangelio y están con Dios porque llevaron una vida digna de él» Expresó el director de la Pastoral Social en la diócesis de Orizaba, Presbítero Marcos Palacios Cárdenas.
¿Cuál es la certeza de que nuestros amigos o familiares están gozando de la presencia del creador, pues en el caso de los santos se declara su propio estado?
«No hay más certeza que la misericordia de Dios, pues él en su gran misericordia nos dio a su hijo que ha derramado su sangre por ti en la Cruz y luego las personas llevaron una vida digna. ¡Hay tantas personas humildes, sencillas y hay tantos ricos también humildes, sencillos que vivieron el Evangelio!, pero no murieron con una fama de supersantidad pero que están con Dios, entonces a esos celebramos nosotros el día de Hoy» Explicó el canónigo.
Los santos que la liturgia celebra en esta solemnidad no son sólo aquellos canonizados por la Iglesia y que se mencionan en nuestros calendarios. Son todos los salvados que forman la Jerusalén celeste. Hablando de los santos, San Bernardo decía: «No seamos perezosos en imitar a quienes estamos felices de celebrar». Es por lo tanto la ocasión ideal para reflexionar en la «llamada universal de todos los cristianos a la santidad» Acotó.